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En un momento en el que se culpa a los jóvenes, en muchas ocasiones sin fundamento, de conformismo, de falta de iniciativa, de inacción, de acomodarse a lo existente a la hora de labrarse un futuro laboral, asistimos, sin embargo, al cada vez más frecuente emprendimiento juvenil, el de aquellos que con menos de 25 años identifican oportunidades de negocio, que atesoran una idea innovadora y la desarrollan creando su propia empresa. Suelen ser personas de espíritu creativo, ambiciosas y con disposición para asumir riesgos. El emprendedor va más allá que el empresario, quien al igual que este busca mejorar la rentabilidad de la empresa y su crecimiento, el emprendedor lo hace además buscando soluciones innovadoras que se conviertan en negocios sólidos y exitosos.

En Alburquerque no abunda la figura del joven emprendedor, aunque encontramos casos tan significativos como el de Samuel Fuentes Bernal, que con 24 años se encuentra en pleno crecimiento empresarial, con varios proyectos e ideas de negocios futuros, y que actualmente regenta dos empresas del ámbito energético: Energía Extremeña y Estación de servicios Repsol, y una del sector hostelero y ocio nocturno como es la discoteca de verano New Tropic.

En un momento en el que se culpa a los jóvenes, en muchas ocasiones sin fundamento, de conformismo, de falta de iniciativa, de inacción, de acomodarse a lo existente a la hora de labrarse un futuro laboral, asistimos, sin embargo, al cada vez más frecuente emprendimiento juvenil, el de aquellos que con menos de 25 años identifican oportunidades de negocio, que atesoran una idea innovadora y la desarrollan creando su propia empresa. Suelen ser personas de espíritu creativo, ambiciosas y con disposición para asumir riesgos. El emprendedor va más allá que el empresario, quien al igual que este busca mejorar la rentabilidad de la empresa y su crecimiento, el emprendedor lo hace además buscando soluciones innovadoras que se conviertan en negocios sólidos y exitosos.

En Alburquerque no abunda la figura del joven emprendedor, aunque encontramos casos tan significativos como el de Samuel Fuentes Bernal, que con 24 años se encuentra en pleno crecimiento empresarial, con varios proyectos e ideas de negocios futuros, y que actualmente regenta dos empresas del ámbito energético: Energía Extremeña y Estación de servicios Repsol, y una del sector hostelero y ocio nocturno como es la discoteca de verano New Tropic.

– ¿Qué te motivó a emprender?

– Principalmente la libertad financiera, el tener el control sobre tus decisiones, el deseo de ser mi propio jefe, y por supuesto la búsqueda de la realización personal al poner en práctica todas las ideas que tenía desde que entré en la universidad.

– ¿Cuál fue el primer paso que diste para lanzarte a la piscina empresarial?

– El confinamiento por la pandemia me cogió desarrollando el trabajo fin de grado, el TFG de la carrera. Elaboré un plan de negocio, desde la creación de la sociedad hasta su puesta en funcionamiento. Aunque tenía varias ideas, finalmente me decanté por el ámbito energético. Así empezó todo, hasta ahora que tenemos inversiones en varias comercializadoras.

– ¿En quién te inspiras, tienes algún espejo en el que mirarte?

– Por supuesto. Yo he vivido de cerca, en casa, ese ambiente empresarial con mi padre, Agustín Fuentes, del mundo de los festivales de música, y con mi tío, Jose Luis Rasero, empresario referente en el pueblo.

– ¿Crees que es importante a la hora de emprender tener una idea clara, un plan de negocio sólido?

– Sí, hay que estudiar detenidamente la viabilidad del proyecto, es pura estrategia, pero también es importante la parte de riesgo que conlleva meterse en un negocio. Si no arriesgas no ganas.

– En tu caso ¿qué hay de ambición y de amor propio a la hora de emprender?

– Me encanta el crecimiento personal. Soy ambicioso y me mueve tener cada día más y poder disfrutar de la vida holgadamente. Soy feliz trabajando los 365 días del año.

– ¿Qué consejos darías a otros jóvenes que quieran empezar en este mundo?

– Si es un joven con una idea, primero que no la comparta, y después si no tiene capital debería acercarse a alguien que le ayude a arrancar financieramente, le debe proponer el negocio y ofrecerle colaborar e invertir en él.

– ¿Qué proyectos tienes en mente, en los que te quieres embarcar?

 – Como ideas empresariales, a medio plazo, contemplo un proyecto de call center de Repsol, un centro de teleoperadores, que si todo sale bien y prospera creará de 10 a 50 puestos de trabajo en Alburquerque. Además tengo otra idea que, de momento, no se puede desvelar al no estar avanzada.

– ¿Qué piensas que debería cambiar en Alburquerque, en la comarca, en Extremadura, para que aumente la creación de empleo y evitar la despoblación?

– Opino que para evitar la despoblación debería haber un cambio de enfoque educativo. En lugar de apostarse por incentivar el que los jóvenes estudien una carrera con escasas salidas laborales, porque no hay tanta demanda de esos profesionales, se debería apostar por lo que sí hay demanda. Faltan electricistas, fontaneros, albañiles… profesiones que no son valoradas en los planes de los políticos y es por lo que se debería apostar, por la FP, orientando a los estudiantes teniendo en cuenta el lugar donde viven, los trabajos más demandados. Ser realistas, en un mundo rural como el nuestro se debe fortalecer el sector primario, formar a agricultores y ganaderos, y apostar por la transformación de sus productos. En Extremadura y para luchar contra la despoblación, sobran graduados y faltan profesionales que ocupen los puestos de trabajo que podemos ofrecer.

Estos son los principios, el perfil y la trayectoria de Samuel Fuentes, quien demuestra cada día, desde las 6 de la mañana que suena su despertador, que para emprender no hay límites o edades, quien con su ideario transmite y anima a otros de su generación a que también hagan realidad sus sueños de negocio, «que se lancen a la piscina».