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Beatriz Castellano y Juan Ramón Rivera conforman un matrimonio de emprendedores. Aunque son periodistas y ejercen como tal, han unido fuerzas para sacar su propia marca hace ya algo más de dos años: Lambala. Se trata de cajas de chucherías y chocolatinas con una joya en su interior para regalar a domicilio. «Lambala es un regalo para toda la vida, Lambala es ilusión y felicidad», describen sus creadores. La firma ya cuenta con más de 70.000 seguidores en Tik Tok.

Pero, ¿por qué una marca de joyas? Beatriz procede de una familia joyera con más de 100 años de historia y de reconocido prestigio, como es Castellano Joyeros. Fundada en 1888 en la calle San Juan de Badajoz, varias generaciones de esta familia han trabajado, de un modo u otro, en este sector. Desde muy pequeña, Beatriz ha visto en primera persona el trabajo que se realiza tanto en la joyería, como en el taller. Al igual que antes vio trabajar a sus abuelos, los joyeros Carlos Castellano Muñoz y Mari Tere Castellano Dupuy, ahora ve la continuación de ese trabajo en sus tíos, Carlos, Cristina y Rafa, y en su madre, Mayte, los cuatro hijos que regentan la joyería, ubicada actualmente en la calle Obispo San Juan de Ribera, frente a la sede de la Diputación de Badajoz.

Por eso, desde hace tiempo Beatriz y Juan Ramón buscaban una forma de continuar con el negocio, pero dándole una vuelca de tuerca. Se dijeron: «¿Qué regalo siempre gusta y dura para toda la vida? Sí, una joya. Es cierto, regalar una joya a un ser querido es una de las mejores muestras para transmitir el amor y el cariño hacia esa persona. Pero queríamos ir más allá», cuentan. Así se les ocurrió la novedosa idea de Lambala. «Cuando recibimos un regalo de una persona especial, es un momento lleno de emoción, de intriga y de asombro. ¿Y por qué no hacemos que ese momento también sea dulce? Sí, lo tenemos. Queremos regalar una joya con mucha dulzura».

 

 

Se pusieron manos a la obra, no sin cierta dificultad, con una pandemia de por medio y con la necesidad de adecuar un local con las medidas sanitarias obligatorias para trabajar con alimentos: trazabilidad, higiene, control antiplagas, mosquiteras, lavabos con activación de pie en la zona de trabajo… Eso fueron varios meses de muchas llamadas telefónicas, muchos correos electrónicos y muchas visitas de un lado a otro. Una vez elegido el establecimiento, lo más importante era hacer realidad el packaging que estaba en su cabeza, una caja que tuviera una joya en medio y contase con ocho carriles de golosinas y chocolatinas. «Para ello contactamos con más de 30 empresas de packaging de toda España hasta lograr la que buscábamos. Después de crear el troquelado y hacer varias pruebas, ya teníamos lo que buscábamos. Esa fue, quizás, una de las partes más complicadas», explican.

Otro de los puntos difíciles fue crear una página web, ya que Lambala se vende online. «Para la creación de la web también contactamos con decenas de empresas de toda España pero, finalmente, nos decantamos por una de nuestra ciudad. Esa es una de las cosas de la que más orgullosos nos sentimos, el hecho de apostar por el negocio de Badajoz: compramos las joyas aquí, las golosinas y el chocolate y toda la parte informática nos la desarrollan empresas de la ciudad».

Todas sus joyas se realizan con Plata de Ley 925 y Plata de Ley 925 bañada en Oro de 18 Kilates. Cuentan con su correspondiente contraste que certifica que la joya ha sido fabricada por un laboratorio oficial, dependiente del Ministerio de Industria. El proceso de compra de una caja Lambala se configura en cuatro pasos: el cliente elige la caja, escoge la joya, personaliza la caja con una dedicatoria con fotografía y selecciona el día que quieras que sea entregada. De momento, envían a toda la península, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla.

«Lambala va dirigida a hijos que quieren hacer un regalo a sus madres, a maridos que quieren enviarles un detalle a sus mujeres, a amigas que quieren sorprender a sus mejores amigas, a padres que quieren enviar un regalo original a sus hijas que está fuera, a nietos que quieren sorprender a sus abuelas, a madres que quieren enviar un detalle a las profesoras de sus hijos…y muy pronto el público masculino podrá lucir su joya Lambala porque estamos trabajando para lanzar la colección para ellos«, confiesan en exclusiva. Habrá que estar muy pendiente a esta marca extremeña tan dulce y que seguro arranca muchas sonrisas y abrazos entre las afortunadas que reciben una de sus cajas.