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Un año y medio después de que soñaran con poner en marcha su propio proyecto empresarial, ha comenzado a ver la luz. El pasado 1 de agosto las hermanas Thais y Ainoha Bernasconi iniciaron la venta de los primeros cuatro productos de Be Cherry, la línea de cosmética que han lanzado desde Malpartida de Plasencia a base de cereza.

La conexión con esta fruta le viene a las hermanas de lejos. La empresa familiar, con sede igualmente en la localidad chinata, Espagry Ibérica S. L., se dedica a la venta de cerezas en alcohol para Ferrero. «Vende materia prima para otras industrias», aclaran Thais y Ainoha.

Su apuesta, sin embargo, es el producto finalizado. «Queríamos estar vinculadas a la empresa familiar, pero a través de un proyecto diferente, que fuera nuestro y que fuera innovador», explican. «Y así llegamos a Be Cherry, a cosmética a base de cereza, un producto de la tierra con unas notables propiedades antioxidantes que nos liga a la empresa familiar, pero de la mano de algo novedoso y poco explotado». Thais y Ainoha unieron sus conocimientos –una ha estudiado Comuniación Audiovisual y la otra Ingeniería Industrial– y se pusieron manos a la obra.

«Contactamos con el laboratorio que elegimos entre los que visitamos para que elaborara el producto a base de extracto y aceite de cereza siguiendo nuestras indicaciones, hasta que conseguimos el resultado que buscábamos», detallan.

Después encargaron el diseño de su marca al estudio La pajarita pájara, de la placentina Pilar Heras. Y el marketing lo pusieron en manos de otra paisana, Patricia de la Calle, con empresa en Madrid. «Porque en la tierra, además de la materia prima, tenemos excelentes profesionales en muy distintos campos y hemos querido que Be Cherry, que nace en Malpartida, sea un producto lo más extremeño posible».

Con todo listo, Thais y Ainoha han lanzado su primera gama de productos cosméticos a base de cereza hace casi dos meses. Por el momento, «una rutina facial completa», integrada por un mus limpiador, serum, contorno de ojos y crema facial. Con precios que van desde los 27 hasta los 36 euros y destinados «a hombres y mujeres, con edades entre los 30 y los 50 años, y para todo tipo de pieles».

Saben que «este mundo de la cosmética es muy competitivo y difícil, pero estamos ilusionadas con nuestro proyecto empresarial; las personas que ya han probado los productos están encantadas y esperamos que la línea, después de unos comienzos que siempre son difíciles, sea ascendente». La idea, de hecho, es ampliar productos y puntos de venta tanto ‘online’ como físicos.

Be Cherry ha comenzado a vender a través de su propia web, «pero también en Amazon y Market Place, la plataforma ‘online’ de la Cámara de Comercio de Cáceres». Y como puntos físicos ya tienen tres en la ciudad: Plasencia Sabores, la ecotienda Pangea y la farmacia Elena Serrano. «Hasta ahora todo ha sido complicado y agosto no ha sido un buen mes en cuanto a las ventas», reconocen. «Pero sabemos que hemos elaborado un buen producto y confiamos en poder llevar nuestra cosmética a base de cereza mucho más allá de nuestras fronteras locales, llegar al mundo con un producto de la tierra».