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Escuchar música o el sonido de una película lo más adaptado al oído del usuario y, al mismo tiempo, monitorizar la audición. A grandes rasgos, esas son las prestaciones del auricular que ha diseñado la startup Sensoria Biocare.

Esta empresa es una ‘spin-off’ de la Universidad Politécnica de Valencia, donde los cinco fundadores estudiaban un postgrado en Ingeniería Biomédica. Uno de ellos, Javier Silva (Badajoz, 1993), es extremeño y comenzó su formación en Ingeniería Electrónica en la Universidad de Extremadura. Actualmente es el CEOde la compañía. «Realmente todos hacemos de todo», reconoce desde California (Estados Unidos), donde se encuentra cursando un semestre de emprendimiento en la Universidad de Berkeley.

La idea de desarrollar un auricular dotado con sensores que sirvan para detectar problemas de audición no surgió tras detectar una necesidad en la sociedad. «Hicimos una tormenta de ideas para presentarnos a un concurso de diseño electrónico a nivel europeo», explica Silva.

Allí llevaron varias propuestas –un volante de automóvil dotado de sensores para saber el estado del conductor en cada momento o una cama de hospital que podía monitorizar al paciente– pero los organizadores les recomendaron que se centraran en el auricular. Lo hicieron y ganaron el concurso. «Nos dimos cuenta de que la tendencia del mercado se dirigía hacia implementar sensores para monitorizar la salud en dispositivos electrónicos de consumo común», añade este emprendedor.

La buena acogida de su auricular hizo que estén tratando de llevarlo al mercado con la intención de que sirva a los usuarios para tener más información sobre su salud y su calidad auditiva.

Esos parámetros que capta el dispositivo de Sensoria se quieren utilizar para conseguir dos objetivos: adaptar la reproducción del sonido al oído de cada persona para que su experiencia de escucha sea lo más óptima posible, algo que pretenden lograr a través de un motor de inteligencia artificial en el que todavía están trabajando, y detectar problemas de salud relacionados con la audición de los usuarios. «Todo queda guardado en la nube y queremos que los usuarios tengan acceso a esos datos y puedan usarlos como quieran», relata el CEO de esta ‘startup’.

Más allá de implementar su tecnología en la electrónica de consumo, en Sensoria quieren explorar otra línea de negocio: la sanitaria. «La finalidad es aplicar nuestra tecnología a un producto sanitario de bajo coste que pueda ser utilizado en Atención Primaria», aporta este emprendedor pacense.

Sería una forma de poner a disposición de los médicos de cabecera un instrumento de trabajo que les sirva para disponer de una información que les permita filtrar a los pacientes que deben ser derivados a los especialistas. En opinión de Silva, esto podría servir para evitar los problemas de saturación y de listas de espera a los que en ocasiones se enfrentan la sanidad pública y la privada. «Por un lado, queremos prevenir problemas de salud y concienciar a la población de que un mal uso de los auriculares tiene un riesgo y vamos perdiendo audición sin darnos cuenta y, por otro lado, dar una herramienta a los sistemas de salud para que puedan mejorar su metodología de trabajo».

En un primer momento, el plan de la empresa era comercializar sus propios auriculares. En seguida sus socios fueron conscientes de que hacerlo requería de unos recursos económicos de los que no disponían. Optaron por cambiar el modelo. «Era inviable fabricar el producto y nos hemos centrado en desarrollar la tecnología para venderla como una licencia a fabricantes de auriculares», comenta Silva.