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‘Si ellos han podido, ¿por qué yo no?’ Con esa idea debió de salir más de uno de los presentes en el evento ‘Talaya. Jóvenes referentes’ que tuvo lugar la noche del martes en el Teatro Capitol de Cáceres y que reunió durante una hora a un mago, un restaurador, una emprendedora y un profesor. Cuatro protagonistas que a priori nada tenían que ver, pero que desmontaron esta idea al final del encuentro tras la charla mantenida entre ellos. Lograron el objetivo marcado en este primer encuentro organizado por Fundación Caja Extremadura y el diario HOY, trasmitir las experticias y valores que les han permitido llegar a lo que son y a donde están para contagiar su inquietud. Era una muestra de la apuesta de ambas marcas extremeñas por los jóvenes de la región, por los emprendedores y por el futuro de la tierra.

Cuando se piensa en emprender a menudo se asocia con crear una empresa, «pero va más allá. Se trata de desarrollar el talento y capacidad de cada uno a lo largo de los años a través de un área personal«, así lo definía Pilar García Ceballos-Zúñiga, presidenta de la Fundación Caja Extremadura.

Pilar García Ceballos-Zúñiga, presidenta de la Fundación. / ARMANDO MÉNDEZ

La vida es una sucesión de pequeños detalles, acciones, conversaciones, pensamientos y sueños, y anoche se vivió una jornada con muchos de estos ingredientes. El restaurador de Versátil, con una recién estrenada Estrella Michelin, José Luis Hernández; Jorge Luengo, mago y mentalista; Gabriel Moreno, profesor de Universidad de Extremadura y conferenciante; y Fátima Mulero, fundadora de la empresa auTICmo, una empresa especializada en tecnología aplicada a personas que padecen trastorno del espectro autista, fueron los protagonistas que en un momento de su vida tuvieron un gran sueño e ilusión y decidieron emprender.

Para lograrlo tuvieron que recurrir a la triada clásica conformada por la constancia, el esfuerzo y la dedicación, aunque Moreno añadía una más, la concentración. «Es cada vez más necesaria que esta capacidad sea cultivada, sobre todo en esta época de multiconexión y multitarea que impide pararse a pensar». El resto de los ponentes fueron añadiendo más características a la ecuación. A él le ayudó a lograrlo estar de pequeño en casa llena de vida en el salón, un ejemplo de afrontar las adversidades. Mulero sumaba «un toque fuerte de creatividad y pasión» porque no se trata sólo de perseguir eso que se ansía lograr, sino que juega una baza primordial el cómo hacerlo. Aportar pasión al condimento teórico es una unión poderosa. Aunque Luengo lo tenía claro, «añado locura. Hacer algo que no estaba previsto y que te diferencie de los demás». Al final se trata de coger cosas distintas y pasar a la acción.

Gabriel Moreno, Jorge Luengo y José Luis Hernández / A. MÉNDEZ

A la hora de emprender no es todo un camino de rosas, hay baches a los que hacer frente. «Superar los momentos difíciles es lo que nos hace diferentes y especiales», concluía el mago Jorge Luengo tras explicar cómo fue su traumática experiencia en un concurso de magia en el que escoger al voluntario equivocado lo convirtió en el mejor candidato. «Hay que asumir los defectos. Lo mejor que me ha pasado es tener una ceja blancaֿ», explicaba también el ilusionista para mostrar que, a veces, un defecto es la mejor seña de identidad. Para seguir creciendo y logrando los objetivos también es necesario saber adaptarse, así lo mostraba Gabriel Moreno mientras explicaba cómo tuvo que cambiar su forma de vestir para parecer más mayor cuando con 23 años tuvo que sustituir a un profesor de Derecho. Porque ser joven tiene muchas ventajas, pero a veces desventajas. Juega en contra de la credibilidad en un mundo empresarial donde sigue inserta la idea de que «lo que dice una persona mayor tiene más valor que una joven», exponían los ponentes. «Son prejuicios que hacen necesarios 10 minutos para que te valoren», relataba Fátima Mulero quien lleva ofreciendo terapia desde que rondaba los veinte años. De ellos se habló durante la noche y de la necesidad de conectar con ellos. Eventos como ‘Talaya’ ayudaban a lograrlo, expresaron los oradores. Ante este planteamiento destacaba la contundencia de las palabras de José Luis Hernández, que respondía con un «principalmente ganas, con ellas nada y nadie prácticamente te echa para atrás» cuando el moderador, el periodista Álvaro Rubio, le preguntaba qué características le pedía a las personas que contrataba en su restaurante. Al final no son más que un reflejo de su propia personalidad y de lo que le ha llevado a obtener el prestigioso reconocimiento.

Fátima Mulero. / A. MÉNDEZ

Ante estos momentos difíciles a los que hacer frente en reiteradas ocasiones a lo largo de toda la trayectoria en materia de emprendimiento entendiéndose en la referencia a la que hacía mención la directora de la Fundación Caja Extremadura, Fátima Mulero destacó de forma firme una frase ante un posible ¿cómo lo hago?ante el que muchas veces aquellos que luchan por sus sueños han de enfrentarse «tirándose a la piscina en plancha», o lo que es lo mismo, simplemente haciendo. El primer paso es el más difícil. Porque «si las cosas van a salir mal van a salir mal. O sale ahora o no sale».

Finalizaron exponiendo los retos personales a futuros. Cada uno de ellos con la cabeza revolucionada con diferentes y variopintos proyectos, todos ellos partiendo desde Extremadura.

Escuchando a los cuatro jóvenes talentos que ayer deleitaron al público cacereño, se puede deducir que al final todo suma, todo el mundo aporta e importa y todo el mundo puede cambiar las cosas. La edad no importa, la suerte puede influir, pero la actitud es de los aspectos más importantes a tener en cuenta en la relatividad del éxito.

Decía el empresario Jim Rohn que somos el promedio de las 5 personas que nos rodean. Si esto es cierto, de la cita ‘Talaya. Jóvenes referentes’ no puede salir nada malo porque talento había en cada una de las butacas del Teatro Capitol de Cáceres, no solo en el escenario. Parafraseando a Gabriel Moreno, Extremadura es una dehesa cargada de futuro. Esta noche se demostró.